Este artículo se publicó originalmente en la revista Forbes, edición de septiembre de 2025.
Bogotá, septiembre de 2025 - Según nuestro estudio regional How to approach GenAI to unlock real business impact, Colombia se ha convertido en uno de los países con mayor avance en adopción de Inteligencia Artificial Generativa (GenAI) en América Latina, redefiniendo qué es la competitividad.
Encontramos que el 22% de las compañías ya ha implementado más del 40% de sus iniciativas en GenAI, duplicando el promedio de la región. Este liderazgo, sumado al papel destacado que comparten con México y Chile en migración de datos y herramientas a la nube, abre una oportunidad estratégica para que el país se consolide como centro de referencia en la región.
El potencial es claro y medible. Sectores como la banca, el retail y las telecomunicaciones ya están probando modelos que optimizan procesos, aceleran tiempos de respuesta y personalizan servicios a gran escala. No es casual: responden a visión, inversión y ejecución, tres factores que marcan la diferencia.
Estos desafíos también están en la agenda de política pública: nuestro país avanza en un Proyecto de Ley para establecer niveles de riesgo y requisitos para el uso de GenAI, junto con un documento Conpes (Consejo Nacional de Política Económica y Social) que destina más de 120 millones de dólares a infraestructura, talento y gobernanza para impulsar su desarrollo.
Aprovechar esta oportunidad exige ir más allá de la adopción tecnológica y requiere tres fundamentos clave. Primero, la madurez de la data: sin una base sólida de datos limpios, estructurados y accesibles, la GenAI se convierte en un experimento aislado. Segundo, modelos operativos adaptados que faciliten la adopción y permitan trabajar con agilidad. Y tercero, talento especializado y cultura de integración, dos factores escasos en el mercado y señalados por seis de cada diez ejecutivos como su principal obstáculo.
Si Colombia capitaliza este momento podrá atraer inversión, generar empleo especializado y fortalecer capacidades tecnológicas de clase mundial. Dar el salto de las pruebas controladas a la integración en el núcleo del negocio demanda inversión continua, métricas precisas y voluntad de transformar la forma de trabajar. Convertir esta oportunidad en liderazgo regional dependerá de las decisiones que se tomen hoy, no en la próxima década.
Columna de opinión de Catalina Fajardo, socia de Bain en Colombia