Brief
Executive Summary
- El 80 % de los directores de operaciones planea aumentar el onshoring o nearshoring en los próximos tres años, según una encuesta de Bain.
- Solo el 2 % de las empresas ha implementado por completo sus estrategias de onshoring o nearshoring.
- Entre las barreras para el nearshoring se encuentran los costos y la complejidad, la falta de visibilidad sobre datos y proveedores, y los obstáculos regulatorios.
Las cadenas de suministro globales, que antes eran una fuente de eficiencia, se han convertido en un foco de riesgo. El aumento de costos, las interrupciones impredecibles y los cambios geopolíticos han llevado a la mayoría de las empresas a replantear sus estrategias de abastecimiento y redes de manufactura. Según una encuesta reciente de Bain a altos ejecutivos, el 80 % de los directores de operaciones planea aumentar el uso de onshoring o nearshoring en los próximos tres años, frente al 63 % registrado en 2022.
Garantizar la continuidad del suministro es la principal razón para cambiar la ubicación de la base de proveedores, seguida por la reducción de costos laborales (ver Figura 1). Más de dos tercios de las empresas están invirtiendo en cadenas de suministro más cercanas, ya sea mediante split-shoring, onshoring o nearshoring (ver Figura 2).
Note: La mejora de la sostenibilidad no fue incluida en la encuesta de 2022
Sources: Bain Operations Executive Survey 2024 (n=195); Bain Resiliency Survey 2022
Los equipos de liderazgo están apostando por el nearshoring para aumentar la resiliencia, reducir la dependencia de proveedores lejanos y mejorar la agilidad operativa.
Acercar la producción a los clientes también mejora la flexibilidad, acorta los tiempos de entrega y reduce los costos de transporte. Nuestro análisis muestra que las empresas que implementan el nearshoring de forma efectiva pueden aumentar sus márgenes brutos hasta en un 30 %. Pero no es una solución sencilla: solo el 2 % de los encuestados afirma haber implementado por completo una estrategia de onshoring o nearshoring, según la encuesta.
Al trasladar las cadenas de suministro más cerca del mercado local, las empresas se enfrentan a tres barreras importantes: gastos y complejidad, falta de visibilidad y datos, y obstáculos regulatorios.
El cambio al nearshoring o al onshoring conlleva importantes gastos iniciales y continuos. Los equipos operativos deben evaluar su infraestructura actual, valorar posibles nuevas ubicaciones y gestionar las interrupciones operativas. Muchas empresas tienen dificultades para equilibrar el aumento de los costos laborales en las ubicaciones nearshore con el ahorro que supone la reducción de los gastos de transporte. Las estrategias de split-shoring, que equilibran los beneficios en términos de costos y resiliencia, suelen ser la solución óptima, pero es difícil acertar con ellas.
Los fabricantes líderes se enfocan en encontrar la solución adecuada para el negocio —lo que se conoce como right-shoring— en lugar de optar por un enfoque 100 % de nearshoring o de offshoring. Tienen en cuenta las diversas necesidades de los consumidores finales y los clientes de todas las regiones, además de sopesar el rendimiento de las inversiones necesarias a lo largo de la vida útil de los activos. Los fabricantes también deben evaluar su ecosistema de proveedores con el mismo rigor. De lo contrario, acercarse a la demanda de los clientes podría significar que los largos y costosos envíos entrantes de los proveedores acaben sustituyendo a los largos y costosos envíos salientes a los clientes. Nuestra investigación muestra que la estrategia más común hoy en día es el split-shoring, o la combinación de estrategias de nearshoring y offshoring para equilibrar los retos de resiliencia y costes.
La falta de visibilidad de punta a punta en las cadenas de suministro es otro desafío al acercar la producción a los mercados clave. Si bien muchas empresas han mejorado la trazabilidad con proveedores de nivel 1 (Tier-1), la mayoría enfrenta brechas significativas para rastrear a los proveedores de nivel 3 (Tier-3) y más allá. Sin una visibilidad integral, las empresas enfrentan mayores riesgos de interrupciones, ineficiencias y fallas en el cumplimiento normativo. Escalar las soluciones de trazabilidad desde proyectos piloto hasta sistemas completamente integrados sigue siendo un reto constante para la mayoría de las organizaciones.
Las diferencias en el panorama regulatorio entre países también añaden complejidad a los esfuerzos de nearshoring. Las variaciones en leyes laborales, políticas fiscales y acuerdos comerciales obligan a las empresas a realizar un proceso riguroso de due diligence antes de hacer cambios, para evitar costos inesperados. Incluso las compañías más avanzadas pueden enfrentar dificultades en nuevos entornos. Por ejemplo, Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC) ha construido exitosamente numerosas fábricas de semiconductores en Taiwán, pero ha enfrentado mayores gastos y plazos más largos en Arizona debido a diferencias en los permisos y estándares laborales.
Los desafíos de cumplimiento también pueden retrasar el proceso de transición y reducir los beneficios esperados del nearshoring. Esto es especialmente cierto en industrias con estrictos estándares de seguridad, medio ambiente o protección al consumidor.
Uso estratégico de la tecnología en el nearshoring
Para superar estos obstáculos, las empresas están aprovechando tecnologías avanzadas. Las herramientas digitales, la inteligencia artificial y la analítica predictiva pueden acelerar la implementación de iniciativas de nearshoring y fortalecer la resiliencia continua de las cadenas de suministro.
Por ejemplo, las herramientas basadas en IA permiten simular escenarios para identificar rutas de nearshoring más rentables. Estas soluciones ayudan a las empresas a optimizar sus redes de proveedores, monitorear el desempeño y mitigar los riesgos asociados con la transición al nearshoring. Los sistemas automatizados de compras y las herramientas de planificación integradas mejoran la eficiencia y reducen el trabajo manual.
Las herramientas basadas en IA, por ejemplo, permiten simular escenarios para identificar rutas de nearshoring más rentables. Estas soluciones ayudan a las empresas a optimizar sus redes de proveedores, monitorear el desempeño y mitigar los riesgos asociados con la transición al nearshoring. Los sistemas automatizados de compras y las herramientas de planificación integradas mejoran la eficiencia y reducen el esfuerzo manual.
Las empresas líderes utilizan una variedad de herramientas digitales para gestionar sus operaciones diarias, como sistemas de rastreo habilitados con IoT para aumentar la transparencia en los distintos niveles de la cadena de suministro. Otras soluciones, como Resilinc, evalúan la visibilidad y el monitoreo de riesgos en los diferentes niveles de proveedores. Estas tecnologías minimizan las interrupciones y aseguran el cumplimiento con los requisitos regulatorios. La encuesta de Bain destaca un cambio clave: pasar de proyectos piloto de trazabilidad a iniciativas a gran escala, una tendencia que probablemente continuará a medida que estas tecnologías maduren.
La analítica predictiva y las herramientas de inteligencia artificial pueden mapear los requisitos de cumplimiento para regiones específicas, identificando riesgos potenciales y sugiriendo medidas correctivas.
Las alianzas con entidades locales y coaliciones de la industria pueden ofrecer información valiosa para navegar regulaciones específicas de cada región.
Plan estratégico para alcanzar el éxito
Los líderes adoptan un enfoque integral para replantear las cadenas de suministro globales y así obtener todos los beneficios del nearshoring.
Evaluación estratégica. Tres pasos preliminares pueden ayudar a sentar las bases de un plan inteligente de nearshoring: evaluar las necesidades de los clientes clave y del ecosistema de proveedores, identificar ubicaciones nearshore y analizar los costos y beneficios asociados. Una evaluación estratégica integral debe ir más allá de los indicadores financieros e incluir factores como la estabilidad geopolítica, la disponibilidad de talento y el nivel de preparación de la infraestructura. También debe considerar beneficios como la disposición del cliente a pagar por productos locales, la mejora en los niveles de servicio y la reducción de la huella de carbono gracias a una producción más cercana al mercado. Estos factores permitirán a los equipos de liderazgo desarrollar un enfoque de right-shoring que equilibre los beneficios del nearshoring, onshoring y offshoring.
Integración digital y tecnológica. Las empresas que invierten en herramientas digitales logran una mayor agilidad y eficiencia en sus cadenas de suministro. La inteligencia artificial, las soluciones digitales y el Internet de las Cosas (IoT) fortalecen las capacidades operativas, especialmente en el monitoreo de proveedores y la gestión de inventarios.
Colaboración interfuncional. El éxito del nearshoring depende de una estrecha colaboración entre las distintas áreas del negocio. Los equipos de manufactura, cadena de suministro, compras y estrategia deben estar alineados en cuanto a objetivos y ejecución. Los equipos de I+D (investigación y desarrollo) y ventas también juegan un papel clave para asegurar que el diseño del producto se adapte a las capacidades locales y que el marketing pueda destacar los beneficios de una producción nearshore.
Construyendo redes resilientes. Relaciones sólidas con proveedores, inversiones en la fuerza laboral y colaboraciones dentro de la industria crean ecosistemas capaces de enfrentar interrupciones. La gestión del ecosistema de proveedores es una estrategia clave para garantizar que el sector trabaje en conjunto para fortalecer la resiliencia, al mismo tiempo que se equilibra el costo de trasladar proveedores a nuevas geografías.
El nearshoring se está convirtiendo en un elemento clave de la estrategia de cadena de suministro. Acercar la producción a los mercados locales, como parte de una estrategia integral de right-shoring, permite a las empresas fortalecer sus cadenas de suministro y prepararse para un éxito sostenible en un mundo cada vez más volátil.