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Luego de un débil 2012, las fusiones y adquisiciones podrían volver a tener un impulso este año. Sólo en las primeras cinco semanas de 2013, ya han significado un volumen total de US$80.800 millones. Analistas creen que el resto del año seguirá la tendencia positiva, debido a la mayor disponibilidad de deuda corporativa y fuertes posiciones de caja.
Si el año pasado estuvo marcado por un bajo volumen de fusiones y adquisiciones (M&A), 2013 daría un giro para bien. O por lo menos así parecen indicar las primeras semanas del año, donde existió el mayor número de M&A desde 1999, según datos compilados por Dealogic.
En 2012 hubo recesiones, Estados Unidos casi cayó por el abismo fiscal y hubo un recambio de poder en distintas partes del mundo. Este año el mundo partió con optimismo en casi todos estos ámbitos. "Lograr acuerdos siempre ha sido cíclico, y los últimos años se han sentido como otro punto bajo en el ciclo", destaca un informe de Bain & Company sobre las M&A en la última década.
El peak previo se registró en 2007, cuando hubo acuerdos por medio billón (millón de millones) de dólares, los más altos en la historia. Hubo más de 40 mil acuerdos en el mundo por un total de US$4,6 billones, 40% sobre el peak antes de la burbuja puntocom en 2000.
Después llegó la crisis financiera, y las fusiones y adquisiciones parecían muy riesgosas.
UN CAMBIO DE RUMBO
Todavía no se ha podido surgir de esta caída, pero enero y lo que va de febrero están dando esperanzas. En lo que va del año ha habido un volumen total de US$80.800 millones, un 69% más que durante el mismo período en 2012.
Pip McCrostie, vicepresidenta global de Servicios de Consultoría de Transacciones de Ernst & Young, cree que el mercado va a mejorar para este año. "En mercados desarrollados vemos mayor disponibilidad de deuda corporativa y fuertes posiciones de caja. En mercados emergentes, las compañías han aumentado su potencia de fuego por acuerdos y el capital privado todavía tiene espacio para tomar precauciones alrededor del mundo", dijo McCrostie en un informe.
Para Federico Eisner, socio de Bain & Company, las empresas se han dado cuenta de los beneficios de realizar fusiones y adquisiciones. "Las compañías que han hecho M&A tienen mayor crecimiento y las que han comprado compañías sustanciales en tamaño han tenido mayor retorno", destaca. Eisner sostiene que hay tres factores importantes que incentivan las M&A: balances de las compañías más fuertes, ambiente de capital abundante y tasas de interés más bajas.
En tanto, Javier Santiso, profesor de ESADE en España, ilustra el interés de los inversionistas a través del caso hispano, donde hubo "muchísima emisión de bonos no sólo soberanos, sino también de empresas que han sido suscritos dos, tres y hasta cinco veces. Por la parte del equity también se ve actividad en la inversión en bolsa. Y se está viendo por ejemplo muchos suecos o rusos comprando activos inmobiliarios en las costas en España", recalcó.
La mejoría en lo que va del año se ha dado, sin embargo, por poca cantidad de acuerdos pero de altos montos. La actividad de acuerdos incluso cayó 62% según el mismo período el año pasado.
El año partió con un enorme acuerdo. El 2 de enero, la compañía de salud AbbVie Inc, se desprendió de la farmacéutica Abbot. Costó US$55.513 millones, la cuarta desinversión más alta en registro.
Luego, el 5 de febrero, se anunciaron otras dos enormes adquisiciones. Liberty Global, de John Malone, alcanzó un acuerdo para comprar al grupo británico Virgin Media, el segundo mayor proveedor de televisión de pago en Gran Bretaña detrás del grupo satelital de Murdoch BSkyB. Este sumaría un monto de alrededor de US$24 mil millones.
La segunda fue la compra del fabricante de computadores Dell, que saldrá de la bolsa tras un acuerdo de compra valorado en más US$20 mil millones que involucra a uno de los fundadores de la firma, Michael Dell, al gigante del software Microsoft y al fondo privado Silver Lake.
Pero no todo ha sido fácil. Los reguladores antimonopolio de Estados Unidos no aprobaron la compra de Grupo Modelo por parte de Anheuser-Busch InBev, un acuerdo valuado en US$20.100 millones.
Muchos negociadores están actuando con cautela, por lo menos en cuanto a pactar acuerdos con la primera potencia mundial, ya que esto ha dado una señal de que el gobierno de EEUU seguirá siendo igual de duro con las fusiones, lo que obligaría a los compradores a ofrecer más compensaciones a los vendedores por el riesgo de un fracaso.
Según analistas consultados por Reuters, los compradores también deberían estar preparados para la posibilidad de que los reguladores puedan requerir mayores concesiones como condición para aprobar una fusión.